Cada carcajada, cada mirada, cada abrazo. Eso es lo que queremos contar.
Lo que os hace únicos, es justo lo que buscamos contar.
No queremos fotos perfectas. Queremos que cuando las veamos, nos reconozcamos. Con esa sonrisa tonta, los nervios bonitos, el abrazo que no queríamos soltar.
Queremos fotos que nos devuelvan a ese momento en el que todos bailaban, las copas volaban, y no parábamos de reírnos. Sin filtro. Sin pausa. Sin guión.
Nos gusta lo elegante, pero sin que deje de ser nuestro. Queremos fotos que respiren verdad y que, al mismo tiempo, se vean cuidadas, bonitas, con intención.
Cada boda es distinta, y por eso nos tomamos el tiempo de conoceros bien antes de encender la cámara.
Escuchamos vuestra historia, vuestro estilo y lo que queréis recordar. Solo así podemos capturar lo que realmente importa.
No vamos con prisas. Vamos con intención. Nos fijamos en los gestos, en las miradas, en los detalles que a veces pasan desapercibidos, pero que dicen mucho de cómo vivisteis vuestro día. Esa es la esencia de La Marimorena.
Empezamos con una conversación. Nos contáis cómo será vuestra boda, qué queréis recordar y qué no queréis perder de vista. Escuchamos con atención, para contar vuestra historia tal como la vivís.
El día de la boda estamos presentes, sin molestar, pero sin perdernos nada. Capturamos lo real, lo espontáneo, lo que se siente. Y después, editamos con cuidado para que cada imagen os devuelva a ese día. Así de simple. Así de importante.
Nos mueve la emoción. Y eso se nota en cada imagen.
Lo ideal es que nos escribáis en cuanto tengáis fecha cerrada. Solemos tener muchas bodas en temporada alta, así que cuanto antes, mejor para asegurar disponibilidad.
Intentaremos darlo todo para tenerlas listas lo antes posible, pero trabajamos con calma y mimo. El plazo máximo de entrega es de 3 meses.
¡Por supuesto! Todo lo que nos ayude a conoceros mejor, bienvenido. Cuanto más sepamos de vosotros, más sentido tendrán las fotos.
Estamos presentes, pero sin molestar. Nos movemos con discreción para capturarlo todo sin interrumpir. Ni notáis que estamos… hasta que veis las fotos.
Natural, elegante y emocional. Sin posados forzados. Nos centramos en capturar lo que pasa, tal como pasa, con sensibilidad y mucha atención al detalle.
Además de capturar vuestro gran día, os obsequiamos un bono de hotel. Porque los recuerdos también se celebran.