En nuestra primera cita/sesión nos conocemos un poquito más, muy importante para poder dar con el vestido adecuado, ya que el vestido ha de representarte totalmente.

Me cuentas un poco tus ideas, tus gustos, tus preferencias, si ya tienes alguna idea o no…
Hablamos de las opciones, de las modificaciones que sean necesarias realizar, de los tejidos, de los cortes, de las formas que más te favorezcan… Hablamos de todo esto para poco a poco dar con el vestido con el que más guapa y cómoda te sientas, pero con el que sobre todo te sientas tú misma
A partir de aquí, se realiza una pequeña selección con vestidos y tejidos “base” con los que empezaremos a probar y a los que les iremos dando la forma y el estilo que se adapte a ti al 100%

La media de tiempo para iniciar la búsqueda de vestido es de 9 meses a 1 año. 

Se necesita tiempo para la confección a medida inicial y la puesta en marcha. Después y tras iniciar la primera prueba, se realizan las pruebas oportunas para adaptarlo totalmente a ti con el tiempo suficiente y con el mimo y la
tranquilidad que requiere este tipo de confección y asegurarnos así de que esté perfecto para el gran día.

La confección de un vestido de novia, los arreglos, las modificaciones, no son cosas que se realicen “de la noche a la mañana” son ajustes que han de hacerse con tiempo, paciencia y sobre todo, con mucho mimo. 

No solo es ir, probar, escoger y ¡ala! “a la bolsa”.
Escoger y preparar el vestido de novia va más allá. Va con la persona, con cómo somos, con cómo nos sentimos. El vestido tiene que adaptarse al 100% a
nuestro cuerpo, a nuestros gustos y a nuestra personalidad y para conseguir eso, ir de la mano con un buen profesional que te asesore bien es primordial

¡Por supuesto! No solo hago asesoramiento a las novias, también a damas de honor, madrinas, invitadas…

Sí, es necesario, ya que es de la forma en la que podré dedicarme en exclusiva a ti y ofrecerte el mejor asesoramiento